Compartiendo con mis clientes, muchos de ellos, palabras mas, palabras menos; me preguntan: Cómo se inició en el café? Y comienzo diciéndoles, que jamás podría decir que fui criado entre cafetales, o que me daban teteritos de café, y que mis pañales eran de fique, no. La verdad, en mi casa se tomaba café, digamos de manera "normal" recuerdo en mis desayunos, antes de partir a la escuela y después el liceo, que me gustaba el café con leche "muy espumoso" que me preparaba mi otra madre: Paula, no recuerdo cómo hacía para cremar la leche, sin una maquina de espresso, pero eran espectaculares!!
Luego, en cuanto al café, digamos que tuve unos años de oscuridad, pues, estuve en el ejército y no hay que ser un "un aficionado" al café, para darse cuenta que no era muy bueno; eso me inclinaba a tomarlo, mas por educación, cuando me ofrecían o por la necesidad de estar despierto; pero si me atraían los sitios, los locales, donde sentarte, solo o mejor aún en compañía, para tomar o mas bien degustar un café, ese ambiente casi espiritual, de la tranquilidad, de la música, de la conversación, de una buena vista, tanto interna: decoración o externa: vista hacia calles, bulevares, montañas, etc., eso siempre estaba en mi mente. Con los años, conocí a quien hoy es mi esposa, hija de inmigrantes italianos; es decir: "Les encantaba el café" y su padre, tenía una pequeña finca en los andes venezolanos, cultivaba café, es con ellos que mis lazos con el café, comienzan a afianzarse, mi suegro fallece y la finca comenzó a decaer, esto entristecía a mi suegra, la ayudé a buscar obreros, para recoger el café, pero no me vinculé con el cultivo, luego ella también falleció y ahí el cultivo, se descuidó totalmente. Pienso que las casualidades no existen, y que tu vida es una proyección de tu mente, siempre supe que detrás de una taza de café, existía algo interesante; así que un día, tomé la decisión de trabajar con el café, no sabía nada, pero estuve dispuesto a aprender. Primero entrando a los cafetales que quedaban, no sabía que hacer, pero si sabía que debía hacer algo, en una finca enmontada, producto de años de descuido y luego preguntando cómo se hacían las cosas, con unos sacos de café en pergamino, que habían dejado mis suegros inicié el camino: compré un molino, una balanza y un mueble, le compraba a otros productores café, lo trillaba, tostaba y molía; lo vendía en presentaciones de 250 y 500 grs., y con ese dinero comenzaba a recuperar el cultivo; al cosechar y tener nuevamente café de la finca, excelente por demás, pensé que si le dedicaba un poco y me esmeraba en un buen tostado, en una buena preparación y el sitio agradable para mi y mis clientes, las cosas podrían marchar mejor; así que, decidí prepararme como barista y montar mi tienda de café especial, vendí mi carro, y con esfuerzo, fui a Colombia, a la Escuela Colombiana del Café, a especializarme, al llegar, terminé de instalar mi tienda y así empecé:
Así comenzó Katuay Café
Al llegar, mi esposa me decía: "Pero aún te falta prepararte" y quizás tenía razón, pero si quieres hacer algo: "Con lo que tienes y con lo que sabes es suficiente para comenzar" Jim Rohn. Así que no dudé y abrí, ha sido un camino, emocionante, de aprendizaje, y que aún falta por recorrer. El café es un creador de amistades, el café genera pasión, el café es toda una cultura, el café es un regalo de Dios! Así, mis estimados, así me inicié con el café.
José Luis !!
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